Un año más la carrera ha sido un éxito. Hemos cumplido el objetivo.
Pero ¿ cuál es el objetivo? ¿Cuál es el objetivo de la carrera para cada uno de nosotros?
Para mí no es importante el número de corredores que participan (aunque reconozco que cuantos más corredores hay, más vistosa resulta la carrera), ni el tiempo que realicen, ni quién queda el primero o el último. Para mí, lo importante, lo que realmente compensa tanto trabajo, es ver la unión de los socios en torno a un acontecimiento que realizamos con ilusión y con vocación, sin escamotear esfuerzos.
El día de la carrera, cuando veo por el pueblo camisetas granates moviéndose de un lado para otro, arriba y abajo, aportando cada uno su granito de arena, siento una gran emoción. Me gusta formar parte de ese grupo de gente que colabora desinteresadamente para que todo salga bien. Todos y cada uno de nosotros, estemos donde estemos situados, todos, somos importantes y hacemos posible que la carrera salga adelante.
Cuando llega la hora de la salida se palpa la tensión. Todos sentimos un cosquilleo en el que se mezclan nervios, emoción, responsabilidad,... Se ultiman detalles, se intercambian miradas, se mueven cosas de sitio (hasta las que no hay que mover),... Queremos que todo salga bien e intentamos hacer las cosas lo mejor que sabemos. No somos profesionales, pero ponemos ganas e ilusión.
Y cuando todo ha terminado y nos reunimos en la peña para estar todos juntos y comer algo, cuando la gente cambia impresiones, se felicita, se abraza, se besa y todo el mundo está orgulloso de su trabajo, nos sentimos un equipo. Entonces, en ese momento, es cuando el OBJETIVO ESTÁ CUMPLIDO.
Pero ¿ cuál es el objetivo? ¿Cuál es el objetivo de la carrera para cada uno de nosotros?
Para mí no es importante el número de corredores que participan (aunque reconozco que cuantos más corredores hay, más vistosa resulta la carrera), ni el tiempo que realicen, ni quién queda el primero o el último. Para mí, lo importante, lo que realmente compensa tanto trabajo, es ver la unión de los socios en torno a un acontecimiento que realizamos con ilusión y con vocación, sin escamotear esfuerzos.
El día de la carrera, cuando veo por el pueblo camisetas granates moviéndose de un lado para otro, arriba y abajo, aportando cada uno su granito de arena, siento una gran emoción. Me gusta formar parte de ese grupo de gente que colabora desinteresadamente para que todo salga bien. Todos y cada uno de nosotros, estemos donde estemos situados, todos, somos importantes y hacemos posible que la carrera salga adelante.
Cuando llega la hora de la salida se palpa la tensión. Todos sentimos un cosquilleo en el que se mezclan nervios, emoción, responsabilidad,... Se ultiman detalles, se intercambian miradas, se mueven cosas de sitio (hasta las que no hay que mover),... Queremos que todo salga bien e intentamos hacer las cosas lo mejor que sabemos. No somos profesionales, pero ponemos ganas e ilusión.
Y cuando todo ha terminado y nos reunimos en la peña para estar todos juntos y comer algo, cuando la gente cambia impresiones, se felicita, se abraza, se besa y todo el mundo está orgulloso de su trabajo, nos sentimos un equipo. Entonces, en ese momento, es cuando el OBJETIVO ESTÁ CUMPLIDO.
Juanjo Pinilla
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